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Dios dice que todo aquel que no acepta la disciplina se
convierte en hijo bastardo ya que decide vivir por su propia
sabiduría.
Ser hijo de Dios es un privilegio con el cual todos contamos desde que nacemos pero en ocasiones no sabemos valorarlo y lo echamos a la basura.
Cuando no se valora lo que Dios pone:
En la palabra vemos el ejemplo de Esaú que menospreció
su primogenitura, ese regalo de Dios que le daba ciertas ventajas y bendiciones
especiales en relación a su hermano menor Jacob, el cual inteligentemente un
día que su hermano mayor venía hambriento le cambió su primogenitura por un
plato de lentejas.
Muchas veces cambiamos grandes bendiciones de Dios
por placeres pasajeros del mundo, sin pensar que en ese
momento nos comportamos como bastardos con ley propia. Dios quiere tenernos como
hijos fieles y dispuestos a seguirle ya que él asegura que de esta manera nos
irá bien.
Características de los hijos bastardos:
1-Odian la corrección
*No aceptan que nadie contradiga sus acciones ya que
siempre creen estar en lo correcto.
2-Viven en pecado y sin una pizca de arrepentimiento
*No se les hace mayor problema pecar y al hacerlo
pasan del arrepentimiento ya que tienen cauterizada la conciencia.
3-Usan la palabra de Dios para justificar sus malas
acciones
*Utilizan textos bíblicos para intentar convencer a
todos astuta y engañosamente de que tienen razón.
4-Suelen ser manipuladores
*Esto con el objetivo de poner sus intereses
personales por encima de los demás.
5-Son inconstante
*No suelen terminar lo que comienzan.
Características de los hijos legítimos:
1-Aceptan la corrección
*Saben aceptar cuando están mal y lo corrigen.
2-Intentan con todas sus fuerzas vivir en santidad y
si pecan rápidamente se arrepienten
*El Espíritu Santo que mora en ellos le hace sentir
culpa, lo cual les lleva a un arrepentimiento verdadero.
3-La palabra de Dios les confronta y si cometen algún
error, no dudan en repararlo
*Siempre están dispuesto a reparar cualquier error en
sus vidas y la biblia es su manual para saber que les conviene.
3-Aman a su prójimo y siempre están dispuestos a
ayudar a otros desinteresadamente
*Dan sin esperar nada a cambio y ayudan sin segundas
intenciones o propósitos.
4-Se entrenan en la constancia y la persistencia
*Se esfuerzan por terminar lo que comienzan a toda
costa.
Recomendaciones:
Desarrolla en ti estas actitudes de
hijo legítimo y ve como tu vida se llena de bendiciones como
resultado de la obediencia a Dios. No dejes que el mundo te engañe con
sus placeres momentáneos ya que no te llevarán a
ningún lado y por el contrario terminarán hundiéndote. Acepta la
corrección de Dios ya que el Padre corrige a los hijos que el ama,
así que alégrate cuando te corrija, ya que está enderezándote para que alcances
mayores cosas.
Se lo que Dios espera de ti sin mirar lo que diga la
gente ya que solo el que te creó conoce tu potencial. Guarda tu corazón y
renuévalo limpiándolo cada día al buscar de Dios. El Señor te trajo con un
propósito al mundo y puedes tener cosas en tu vida que estén retrasándolo, por
eso revisa tus acciones.
Los Hijos de Dios tienen la capacidad de
levantarse si caen, se sacuden y regresan a la batalla. Cuando tienes un
corazón moldeable el Señor puede transformarte y perfeccionarte día a
día. Una buena actitud del corazón es una de las claves para
vencer. No seas un cabrito que va por ahí por su cuenta alimentándose de
cualquier cosa, se una oveja obediente y moldeable que sigue a su pastor,
viviendo segura y bendecida.
Todos somos hechos hijos de Dios, pero no todos nos comportamos como tal. Revisa tu
vida y date cuenta en que estas fallando. En Dios siempre hay segundas
oportunidades y ocasiones para arrepentirse, no pienses que estás perdido
porque todo el que decide cambiar verdaderamente es recibido como hijo
legítimo.
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JosVid
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