Cuando cuestionas a Dios le estás diciendo que no
confías en Él y que no es lo suficientemente bueno para resolver problemas.
Puede ser que digas que no lo has hecho con esa intención, pero si analizas
bien y meditas, eso estas sub-comunicando.
Debes entender que cosas que no ves, Dios puede verlas y soluciones que no percibes, Él puede usarlas a tu favor. La perspectiva de Dios es totalmente superior a la nuestra, de ahí que siempre tenga una salida creativa para cualquier situación. Cuestionar al Señor es como si la vasija le dijera al que la creó "¿Por qué me hiciste así?". La creación no puede cuestionar a su creador simplemente por ser eso creación.
En los
procesos que nos toca vivir es donde normalmente más cuestionamos a Dios y
decimos la típica y clásica frase "Porque a mí", pero hay que
comprender que es el método más eficaz para que Él trabaje y moldee tu persona.
Así como para moldear el oro se necesita fuego, se necesitan situaciones extremas
para moldear nuestro carácter.
Debemos
recordar en todo momento que a nuestro alrededor hay personas mirando cómo
reaccionamos ante distintas situaciones, y de tu reacción depende mucho la
impresión que se puedan llevar de ti y tu fe. Hay gente que no va a creer tanto
en lo que le puedas decir del evangelio, sino en cómo este se vea reflejado en
tu diario vivir y forma de actuar. Por eso cuando pases una prueba recuerda que
por como reacciones ante esta mucha gente puede llegar a los pies de Dios.
La oración es
el cable que te conecta a la fuente (Dios) que no permite que te desanimen ni pierdas
la fe y la esperanza. Debes conectarte cada día a la fuente y no dejar de
alimentarte de las escrituras para que así permanezcas firme sin importar lo
que pase. Cuando oramos nos recargamos de la presencia de Dios y adquirimos las
armas para luchar la batalla de la Fe.
Hebreos 11.6
nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios y así es, esta es el pase
para agradarle y disfrutar de su gracia. La fe es el motor del cristiano,
lo que nos mantiene con esperanzas acerca de lo que pueda pasar en
el futuro. Dios dijo en Mateos 17:20 que si tuviéramos fe como un grano de
mostaza, nada nos sería imposible.
No cuestionar
a Dios es decirle, confió en ti y te entrego el control de mi vida. Enfócate más
en fortalecer tu fe y no en discutirle a tu creador. Donde hay esperanzas hay
fe y donde hay fe también esta Dios. El cuestionar a Dios alarga tu prueba
como le sucedió al pueblo de Israel en el desierto. Seamos esa generación que
sigue al Señor sin cuestionamientos y veremos grandes bendiciones. Cada vez que
sientas ganas de quejarte, recuerda todo lo bueno y maravilloso que hoy tienes
en tu vida y asume una actitud de agradecimiento.
Comparte en tus redes sociales si te ayudó este articulo. Bendiciones
JosVid
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