DIOS Y LOS DESASTRES NATURALES

Hay cosas en la vida por las que no queremos pasar pero por nuestra propia desobediencia terminan ocurriendo. Los desastres naturales son fenómenos que se han ido intensificando en los últimos tiempos y suelen llevarse con ellos a muchas vidas humanas. 

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué Dios permite estas cosas que vienes solo para destruir a la humanidad y a su creación?, pero no nos percatamos que nosotros con nuestro modo de actuar lo destruimos mucho más que el peor de los huracanes o terremotos.    

La Biblia nos dice que en Jesús subsiste el control de la naturaleza Colosenses 1:16-17. ¿Podría Dios evitarnos los desastres naturales? ¡Definitivamente! ¿Algunas veces influencia Dios el clima? Si, ver Deuteronomio 11:17 y Santiago 517. ¿En ocasiones causa Dios los desastres naturales como juicio contra el pecado de la humanidad? Si, ver Números 16:30-34. El libro de Apocalipsis describe muchos eventos que definitivamente pueden ser descritos como desastres naturales (Apocalipsis capítulos 6, 8 y 16). Entonces, ¿Es cada uno de los desastres naturales un castigo de Dios? Definitivamente no.

De forma muy similar a la que Dios permite que las personas malas cometan actos malvados, Dios permite que la tierra demuestre las consecuencias que tiene el pecado sobre la creación. Romanos 8:19-21. El ser humano lastimosamente casi nunca aprende a las buenas por eso el Señor busca métodos alternativos para hacerlo volver a sus caminos, porque es mejor que el corrija a tiempo y no perder la salvación eterna. Es cierto que muchas personas pierden a seres muy queridos pero el propósito para con eso se verá a su tiempo y será mucho mejor de lo que se creía.    

La caída de la humanidad en el pecado tuvo consecuencias en todo, incluyendo el universo en que vivimos. Todas las cosas en la creación fueron sujetadas a la “vanidad” y a la “corrupción”. El pecado es la consecuencia final de los desastres naturales, así como lo es la causa de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.

Así que, regresamos al principio. Podemos entender por qué suceden los desastres naturales. Lo que no entendemos es por qué Dios permite que pasen. ¿Por qué permitiría Dios que el tsunami matara a tantas personas en Asia? ¿Por qué permitió Dios que el huracán Katrina destruyera las casas de cientos de miles de gente? Lo que podemos saber es esto... ¡Dios es bueno! Muchos de los milagros asombrosos, ocurren durante los desastres naturales, evitando una mayor pérdida de vidas. Los desastres naturales provocan que millones de personas reevalúen su orden de prioridades en la vida. Cientos de millones de dólares en ayuda son enviados para auxiliar a las personas que están sufriendo. Los ministerios cristianos tienen la oportunidad de contribuir, ministrar, aconsejar, orar y guiar a las personas a la fe salvadora en Jesús. Dios tiene el control de todo, pero en ocasiones permite esta clase de cosas para que su pueblo se dé cuenta de sus malas acciones y pueda rectificar a tiempo. El Señor usa muchas cosas que nosotros no comprendemos como medio para sus propósitos. Solo debemos tener en cuenta que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien. No temas.

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